
Durante esta mañana, en el Santuario de la Tirana, se vivió la tradicional eucaristía del “Mundo Andino”, la cual estuvo encabezada por la Parroquia de Mamiña y sus pueblos aledaños, la Diócesis de Iquique y el decanato Andino representada por la hermana Sandra Moran.
A diferencia de otros años, la celebración eucarística se inició a los pies de Cristo en la Cruz del Calvario, para posterior el signo del perdón y en procesión dirigirse al Templo de la “Chinita”
Presidida por Monseñor Isauro Covili, obispo de la Diócesis de Iquique, y los sacerdotes José Guadalupe y Benito Tapia, se hizo memoria de todos aquellos hermanos que han sido llamado a la dicha de la vida eterna pertenecientes a nuestros pueblos originarios.
Uno de los hitos más importantes de esta misa, es que hoy se cumplen 26 año desde que se realizó la primera eucaristía del Mundo Andino en el Santuario de la Tirana.
*HOMILÍA*
Dentro de su mensaje, nuestro pastor comenzó diciendo que la palabra de Dios tiene la fuerza para sembrar y cultivar el amor en cada uno de nosotros, profundizando acerca de esta pregunta que el Señor nos invita a hacer en nuestra vida interior «¿Quién es mi prójimo?», “más que una consulta personal es un movimiento interior que nos invita a hacernos próximos”, apuntó.
“Aquella mirada del samaritano es la de alguien capaz de compadecerse y ser espejo del Señor. En sus palabras, junto a la asamblea orante ahondó en la estrofa del salmo ´Busquen al Señor y vivirán´ una invitación a descubrir en nuestro interior un tesoro de sabiduría que Dios ha escondido en cada uno de nosotros y que con valentía podemos encontrar, es una misión constante que exige de nosotros poder reconocer en la sabiduría de los pueblos y de los más antiguos que habitan el altiplano, a dejar la mirada de turista y abandonar la superficie para adentrarnos en el misterio de Dios”.
Por último, recalcó la importancia de la herencia que nos deja nuestros antepasados, la cual debemos valorar y seguir cultivando para que estas no mueran. «Hay que escuchar a la sabiduría, a los antiguos que están aún habitando los pueblos del interior. Los nuevos muchas veces ya venimos podridos, ellos siguen valorando y adorando la tradición y la importancia de los pueblos aledaños a la capital. Para avanzar muchas veces o simplemente para entender nuestras raíces, del por qué estamos acá, o porque sentimos debemos oírlos”, culminó.
*OFRENDA Y ENTREGA DEL WIPHALA*
Avanzada la eucaristía, se realizó uno de los momentos más importantes de la celebración, donde los distintos pueblos, entregaron su ofrenda hacía los pies del Señor. Cultivos, flores, trabajo, salud, fueron algunos signos que se entregaron en el momento. Asimismo, se entregó la Wipahala, signo de hermandad, donde se agradeció a la Pachamama y al Señor por los frutos que se puedan cultivar en tierra y en el corazón.
*LA PAWA*
Posterior a ello, el pueblo organizador, Usmagama, realizó la ceremonia de agradecimiento a la Madre Tierra, la Pachamama, por lo entregado y una rogativa para que el año que viene sea fructífero con sus productos, ganadería y agricultura.
En este momento también distintas comunidades de pueblos aledaños se unieron a este agradecimiento, colocando parte de su trabajo a merced del la Carmelita y la Madre Tierra.
Por último, y previo a culminar la misa, los representantes de los pueblos de Quipisca, Macaya, Mamiña, Yuca y Parca, recibieron la bendición por parte del obispo para luego darle la posta a los próximos alfares 2026, los pueblos de la Quebrada de Aroma, quienes recibieron el traspaso de los alférez salientes con el importante símbolo de la Chacana andina, que los acompañará en su preparación durante todo el año.