El día domingo 07 de diciembre por la tarde, las comunidades de Pica, Pozo Almonte, Huara y La Tirana, pertenecientes al Decanato Pampa, se han reunido para peregrinar hacia el Santuario en el contexto del año Jubilar de la Esperanza 2025 y de esta manera cerrar el bendito Mes de María.

La celebración inició en la Cruz del Calvario con el rezo del Santo Rosario a cargo de los diferentes grupos de catequesis. Además de los diferentes movimientos y de las comunidades que interpretaron los pasajes bíblicos de los misterios gloriosos. Esta oración se fue rezando en peregrinación hacia el Santuario que es templo jubilar en este año de gracia.

Al llegar la procesión al templo entre aclamaciones y oraciones a María, se inició la Santa Eucaristía presidida por nuestro Rector el Padre Eduardo Parraguez, acompañada por el padre Sebastián Encalada y los pbros. Cristian Schoeder a cargo de la parroquia San José de Pozo Almonte y el padre Carol Ganger párroco de la comunidad del Santísimo Redentor de Huara quienes junto a sus comunidades de feligreses y peregrinos rindieron culto a la Madre del Señor y agradecieron las infinitas gracias recibidas durante este bello Mes.

En su homilía el padre Cristian recordó la anecdótica situación que ocurrió al iniciar la Santa Misa, un niño subió hasta el altar para jugar, se sorprendió por la tranquilidad que da la libertad de estar cerca de Dios, quien siempre nos busca y quiere lo mejor para nosotros y alejarnos de aquellas cosas que nos impiden amarlo con verdadera libertad. En esa genuina relación con el Padre eterno debemos cultivar una vida de «gracia, donde podamos estar siempre en su presencia, como María diciendo sí a su voluntad y aceptando siempre los caminos que Él nos presenta para nuestra salvación, que así sea». Con estas palabras continuo invitando a ser anunciadores y testigos del Señor, para que se sienta que la Iglesia está viva.

Al finalizar la comunión se dirigieron oraciones a nuestra Madre Santísimo invocando su auxilio, protección y compañía en todos los quehaceres pastorales y comunitarios.

¡Santa María de la Esperanza, mantén el ritmo de nuestra espera!