SEMANA SANTA

El calendario católico tiene su centro y origen en la celebración anual del misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Es el eje en que la fe católica celebra el sentido más profundo del ser cristiano. En el santuario de la Virgen, como en todas comunidades cristianas del mundo, se celebran estos misterios con un acento y ritmo particulares:

DOMINGO DE RAMOS:

  • El domingo de ramos, se conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Con palmas y ramos en las manos, nos reunimos en la Cruz del Calvario, lugar cardinal desde donde se da inicio a las principales fiestas del santuario, para aclamar a Jesús que entra como rey en Jerusalén. Niños, jóvenes, adultos, peregrinos, consagrados, todos unidos en comunión nos acercamos a esta celebración, que continuará en la celebración de la Eucaristía, cuya particularidad es la proclamación del relato de la Pasión del Nuestro Señor Jesucristo.

LUNES, MARTES Y MIÉRCOLES SANTO:

  • Durante los días lunes, martes y la mañana del miércoles santo, el Santuario permanece abierto, ofreciendo momentos de oración y celebración del sacramento de la reconciliación.
  • El miércoles Santo, como es costumbre en la diócesis de Iquique, la comunidad cristiana del santuario acude a la Catedral de Iquique para la celebración de la Misa Crismal, celebración eucarística donde el obispo, junto a su presbiterio, bendice los santos óleos y consagra el Santo Crisma. (óleo de los enfermos, para el sacramento de la unción de los enfermos; óleo de los catecúmenos, para ungir a los que se preparan para recibir el bautismo; y el Santo Crisma, óleo consagrado con el que se ungen la frente de los bautizados, de los que reciben el sacramento de la confirmación; las manos de los nuevos sacerdotes, la cabeza de los nuevos obispos, los nuevos altares y templos).

JUEVES SANTO:

  • El jueves santo, es día de la institución de la eucaristía y el sacerdocio ministerial. En el Santuario se celebra la Eucaristía de la Cena del Señor, donde se lavan los pies de doce personas, representando a los doce apóstoles. En esta celebración la comunidad cristiana reparte pan y uva como signo de la comunión fraterna entre los hermanos. Hacia el final de la noche, se hace el traslado del Santísimo Sacramento al lugar de la reserva, donde acompañaremos con oraciones y en silencio. Ha comenzado el silencio del viernes santo. Se cubren las imágenes puestas para la veneración de los fieles, incluida la imagen venerada de la Virgen del Carmen.

VIERNES SANTO:

  • El viernes santo, durante la mañana el santuario se abre para la oración silenciosa. Hacia las 15:00 nos reunimos para la “Celebración de la Pasión del Señor”. Nuevamente escucharemos los relatos de la pasión de Jesús y haremos oración por el mundo. Se descubrirá la cruz con el Crucificado para la adoración de la Santa Cruz, recibiremos el Cuerpo del Señor reservado la noche anterior del jueves santo y nuevamente en silencio nos quedaremos en oración junto al Señor.

Alrededor de las 18:00 nos reuniremos con los vecinos, peregrinos, comunidad cristiana, en fin, con el Pueblo de Dios para caminar el camino de la cruz. El Vía Crucis que nos invita a expresar nuestra fe y a entrar en oración con la meditación del sufrimiento del Señor. Jóvenes y adultos del pueblo participan representando las estaciones.

En la noche, en silencio y a obscuras, nuevamente acudiremos al Santuario para la celebración del Santo Entierro. Iluminados con velas procesionamos al Cristo descendido de la cruz, en el silencio de la noche y al ritmo del bombo y la caja. Nos acompaña la imagen de María, la Virgen Dolorosa, que mantiene su fe firme aún en el momento de dolor, como

ejemplo a seguir y esperanza de la resurrección.

SÁBADO SANTO:

  • Durante la mañana del sábado santo, permanecemos junto al sepulcro del Señor, con oración y recogimiento. Durante la tarde preparamos el templo para la vigilia pascual. En la noche acudimos para la celebración principal de nuestra fe, la Pascua de Resurrección, junto al fuego nuevo preparamos el cirio pascual, signo visible del Resucitado. Escuchamos en la Palabra la historia de la salvación, por la cual el Padre envía a su Hijo para darnos vida nueva; en la liturgia bautismal recibimos a los nuevos bautizados y junto a ellos renovamos y profesamos nuestra fe, para celebrar juntos la liturgia eucarística con el Pan eucarístico de la pascua.

DOMINGO DE PASCUA

  • Al amanecer los hombres se reúnen en el Santuario con la imagen del Resucitado, las mujeres se reunirán en la capilla lateral con la imagen de la Virgen. Por diferentes caminos nos encontraremos como iglesia que celebra al Resucitado en la cruz del calvario, anunciando a todo el pueblo la alegría de la resurrección. Al llegar al santuario suenan las campanas y la alegría se transforma en un compartir de hermanos con el chocolate caliente ofrecido por la comunidad cristiana. El domingo de pascua tiene su centro en la eucaristía, al medio día celebramos con la Iglesia Universal la Pascua del Señor. Cerrando así las celebraciones de la semana santa en el santuario de la Virgen, viviendo la pascua del Señor con esperanza y con fe renovada.